Así empezaba el discurso más bonito que jamás he oído. Sí, el de Chaplin en El Gran Dictador, del que estos días se cumplen 70 años. Y pocas cosas han cambiado, el mensaje que sigue siendo aplicable hoy, tal y como lo ha sido siempre... y lo seguirá siendo. Hoy los dictadores extorsionan y esclavizan desde grandes mesas de despachos en rascacielos corporativos, pero son igual de tiranos y de crueles que los de antaño.
"Tenemos que ayudarnos unos a otros, los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odíar ni despreciar a nadie. En esta tierra hay sitio para todos... la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso... pero lo hemos perdido.
miércoles, 9 de junio de 2010
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